Sujarchuk amplía su campaña proselitista: «Nuestras escuelas van a ser bilingües»

Los carteles con propaganda proselitista del intendente Sujarchuk, desplegados en calles, avenidas y espacios públicos, tanto en la ciudad de Buenos Aires como en los balnearios de la costa atlántica, son cada vez más visibles. El jefe comunal parece perfilarse como candidato a la gobernación, aunque algunos especulan que su ambición podría ser aún mayor, apuntando incluso a la Presidencia de la Nación.

Sea cual fuere su objetivo final, la primera oleada de letreros instalados en la vía pública  destacaba su compromiso con la seguridad, prometiendo proteger a “mis vecinos”.

En lo que parece ser el segundo acto de su campaña a todo trapo, han comenzado a surgir nuevas consignas. Esta vez, el foco está puesto en la educación. «Todas nuestras escuelas van a ser bilingües y enseñarán programación y habilidades digitales. Ariel Sujarchuk, Intendente de Escobar», proclama el flamante mensaje, una iniciativa prometedora, aunque difícil de imaginar como realizable. Por otro lado, los programas de estudio, ¿no son acaso definidos por el Ministerio de Educación de la Provincia? ¿O es que ahora un intendente tiene la potestad de decidir qué se enseña y qué no?

La respuesta a esta nueva promesa no tardó en llegar. El consejero escolar de Escobar, Leandro Sezella, alzó la voz, cargado de perplejidad y un tono crítico que no dejó espacio para dudas:

«Los vecinos saben a qué clase de escuelas van nuestros pibes, con graves problemas edilicios, con edificios escolares dónde coexisten hasta tres entidades educativas, inclusive, en algunos casos, un sistema escolar peor que la mitad del Siglo XX, no en cuanto al recurso humano sino de las condiciones de funcionamiento del mismo».

Aunque Sezella reconoce la necesidad de avanzar hacia una educación acorde al siglo XXI, afirma con firmeza que «el Escobar del hoy no es ni por asomo un faro de innovación tecnológica». Y refuerza su crítica: «En Escobar necesitamos que la Provincia se ponga los pantalones largos, se construyan las escuelas necesarias, se le dé seguridad a toda la comunidad educativa». En su descripción, el consejero escolar no ahorra en detalles: «Los robos a escuelas, alumnos, docentes y auxiliares es algo constante». Con un tono más esperanzador y realista, concluye: «Construyamos un mejor presente antes de hablar del futuro».