«Solo queremos obras para la  recuperación del arroyo Escobar»

Por Roly

¿Cuándo llegará la hora de la recuperación del arroyo Pinazo-Escobar?

En un país con los índices de pobreza tan altos pareciera que preocuparse por los temas ambientales resulta una inmoralidad, aunque lo cierto es que de no atenderlos estaríamos contribuyendo más aún a la pobreza.

Cuando nos referimos al medio ambiente suele decirse con aires de certeza que “la responsabilidad es de todos”, sin embargo, cuando “es de todos” nadie en particular se hace cargo. Un arroyo como el Pinazo-Escobar, contaminado, peligroso, sucio, degradado con toneladas de basura flotante atascada, difícilmente pueda atribuirse tamaña responsabilidad al vecino, más bien es parte de la tutela del Gobierno y su particular forma de establecer “prioridades” cuando no hay plata.

Otra forma de eludir soluciones es cuando escuchamos que en Escobar algunos le echan la culpa a la basura que viene de aguas arriba,  que en parte es tan cierto como cuando en el Puerto de Tigre dicen que viene desde Escobar, y aquí es recibida de las aguas de Pilar, que a su vez provienen desde José C. Paz, donde el Pinazo-Escobar se inicia como cauce. Pareciera que saber cuánto le corresponde a cada uno es tarea de investigadores forenses, pero no es tan difícil adivinar si vemos que a lo largo del cauce entre los tres distritos hay once  basurales a cielo abierto y ninguna obra seria de saneamiento realizada para la recuperación del arroyo.

¿Qué tan natural es el cauce del Arroyo Pinazo-Escobar? ¿Intervenir o no intervenir?

Las llanuras de inundación son áreas de superficie linderas a ríos o arroyos expuestas a inundaciones frecuentes. Los humedales y bañados a la vera también son parte de este valle y por supuesto se ubican en las zonas de suelos bajos. Siendo Escobar topográficamente tres veces más bajo que José C. Paz no hace falta mucho estudio para entender porqué razón el Pinazo-Escobar escurre naturalmente hacia el Parana-Tigre.

Ahora bien, ese famoso valle de inundación fue cambiando de manera alarmante en Escobar como consecuencia del caótico desarrollo urbano, sin un planeamiento organizado, que atienda el flujo de las nuevas migraciones de los últimos veinte años. Además, si a esto se suma el cambio climático sintetizado en lluvias torrenciales junto a sequías prolongadas tenemos un combo de sucesos que ayudan a la artificialización del Arroyo Escobar, ya no es el mismo ni es natural, su traza, riberas y sus aguas, desde su nacimiento hasta su desembocadura, no fluyen natural.  No se está “interviniendo» algo natural sino se está “recuperando” un cauce artificializado que solo está provocando mayores daños si no se interviene.

¿Qué papel desempeñan los vecinos y los centros urbanos en su relación con el medio ambiente?

El valor de los arroyos y ríos urbanos ante el cambio climático y el crecimiento demográfico reside en que estos constituyen una plataforma de la biodiversidad urbana.  La variedad de especies de flora y fauna y el agua dulce otorgan sustentabilidad al sistema de espacios verdes de cada distrito, de tal forma que estos se comportan como indicadores ambientales, porque naturalmente “prestan servicios” a la recuperación del los ecosistema locales; su estado de salud o degradación afecta directamente a la cuestión urbana y social. tiene más peso como “causa” que de “efecto”.  Si el cauce y el ecosistema local es saludable tendremos más oportunidad de consolidar una comunidad identificada con el terriotrio, a su vez más responsable por cuidarlo y protegerlo (y no al revés).

¿Cómo afecta el ensanchamiento de la Ruta 26 al cauce? ¿Dónde irá todo el caudal de agua que antes era absorbido por las zanjas naturales?

Todos los desarrollos inmobiliarios recientes, countries y los centros comerciales futuros sobre la Ruta 26 entre Maquinista Savio y la Panamericana entuban sus desagues pluviales hacia el Arroyo Escobar. El aumento de caudal drena hacia el “embudo artificial” del cauce entre Maquinista Savio y el puente de la Ruta 9, es decir, los desbordes e inundaciones frecuentes serán inevitables. Prueba de esto ocurrió con la tormenta de Santa Rosa (Agosto 24),  con una obra al 70% completada, que dejó calles y barrios inundados con solo 110 mm, algo que no había pasado NUNCA con esa cantidad de caída.

¿Cuáles son los peligros de los desbordes de la cuenca del Escobar?

Quien no vive una inundación es probable que no sepa las consecuencias, más allá de lo visual de una calle o casa bajo agua y que con el transcurrir de los días todo vuelve a la normalidad. Pero noo es así; una inundación no solo provoca daños en los hogares e instalaciones donde el agua impregna por meses los muros, sino que también los postes de alumbrado y las líneas eléctricas domésticas permanecen mojadas y expuestas con riesgo de electrocución y tragedia durante mucho tiempo más después del evento climático.

¿Qué hace el Estado?

Otros distritos han demostrado mayor intensidad en solucionar aquellos problemas “complejos” como el saneamiento del Río Luján o el Río Reconquista y sus afluentes (segundo del país en contaminación); y en ambos casos, con el apoyo de la Provincia de Buenos Aires a través del COMILU y COMIREC[1]. También desde la Ciudad de Buenos Aires, con otro signo político, no se amedrentaron frente al desafío de continuar el saneamiento del Riachuelo (el más contaminado del país) desde Acumar[2].  Ya se observa en estos cauces que mejora la salud de las aguas, y escurren más limpias hacia desembocadura. Disminuye la contaminación, aparecen los peces y desaparecen los olores fétidos y empetrolados producto de la contaminación y la estanqueidad de las aguas. Ha vuelto la navegación en el Riachuelo y en Rincón de Milberg.

Es decir, en los ríos más contaminados del país se están viendo resultados favorables, consecuencia de las obras importantes y persistentes sobre los cauces, mientras el arroyo Pinazo-Escobar no está cada vez mejor, sino cada vez peor.

Nos cuesta convencer a las autoridades de Escobar que la degradación del arroyo debiera ser una prioridad de la gestión municipal en un territorio que sobresale justamente por su riqueza ambiental natural.

Recientemente, para los Juegos Olímpicos de París, la alcaldesa Anne Hidalgo nadó en el río Senna para demostrarnos que la limpieza de sus aguas era una cuestión de Estado, y asumió el desafío lanzándose a las aguas otrora contaminadas. No les pedimos ni esperamos tanto de las autoridades de Escobar, solo queremos obras para la  recuperación del arroyo Escobar.

Referencias:

[1] Son comités de gestión hídrica formados por el Estado Provincial, bajo tutela de una ley provincial con autoridad autárquica para gestionar el recurso hídrico en toda la extensión del cauce.

[2] ACUMAR, Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo, involucra CBA y Prov.Bs. As.