Residencial por norma, comercial por conveniencia: el cambio exprés que permitirá el Bingo

«En el gobierno de Sujarchuk, con trámite expedito, autorizaron la construcción de un Bingo en una zona residencial. Sea por la influencia de Angelici o de Ritondo, o tal vez por la incompetencia y el inexplicable apuro de todos los involucrados, de un solo plumazo se llevaron puesta la ley, y también la tranquilidad de los vecinos».

Esta conclusión fue expuesta por el periódico digital El Disenso, tras una investigación que arroja una sorpresa  sobre el lugar donde se emplazará el futuro Desarrollo Comercial, Recreativo y Sala de Bingo.

El Bingo cobró vida en tiempo récord: según El Disenso, el concejal Diego Goroyesky inició el expediente 18318/24 el 6 de diciembre de 2024, y en apenas 21 días fue aprobado por el Concejo Deliberante de Escobar. El mismo día que se presentó, Luis Oscar Carranza, secretario legislativo del Concejo, tomó conocimiento del expediente y lo envió de inmediato a las comisiones de Interpretación y Reglamento. El 18 de diciembre, las comisiones dieron su visto bueno. A partir de ahí, el expediente atravesó las oficinas del municipio «con la velocidad de una pelotita de pinball». Pasó por el Departamento Ejecutivo, donde Pablo Ramos, secretario general de Gobierno, lo derivó a la Secretaría General de Carlos Alberto Ramil, quien consideró oportuno dar vista a otras áreas. Al día siguiente, Fernando Diego Benítez, secretario de Planificación, dio su visto bueno, y el 20 de diciembre Nicolás Gaytán, de Legal y Técnica, emitió su aprobación. Todo el proceso culminó el 27 de diciembre, cuando el Concejo Deliberante aprobó el proyecto de manera unánime, luego de 20 minutos de “debate”.

Sin embargo, ahora salió a la luz un detalle que pone en entredicho todo el procedimiento: una «violación grosera» de la normativa vigente. Según la ordenanza aprobada, las parcelas involucradas son las 3561-a, 3557-a, 3563, 3568-a, 3555 y 3567. Sin embargo, el lote 3567, ubicado sobre la calle Los Nogales, se encuentra en una Zona Residencial Exclusiva 1, donde, de acuerdo con la Ordenanza 4812/2010, solo se permite una vivienda unifamiliar por parcela y está prohibido habilitar actividades comerciales.

Ante esta revelación, Periódico El Cazador consultó a la Municipalidad, que asegura que el error es rápido y fácil de enmendar.

«Esto podría cambiar»

Según argumentan desde el Palacio Municipal, aunque la parcela esté zonificada como residencial, esto «podría cambiar» al unificarse con terrenos linderos. De acuerdo con el artículo 4.3 «Delimitación de Zonas», “para las parcelas frentistas a un deslinde, se podrán admitir indistintamente las normas urbanísticas del distrito frentista, siempre que el Municipio lo autorice y se encuentre garantizada la dotación de servicios acorde a la densidad de la zona a adoptar». Para justificar esta posible modificación, la Municipalidad añadió que «el Departamento Ejecutivo se reserva el derecho de solicitar y/o reglamentar requisitos adicionales y/o complementarios a los estipulados, a fin de preservar la armonía y características de su entorno para que el mismo no se vea alterado».

Con respecto a que esté «garantizada la dotación de servicios acorde a la densidad de la zona a adoptar», no cabe duda de que el Municipio pronto pondrá su confiable sello de «Garantizado», pese a la preocupación manifiesta de los vecinos.

Las napas, en riesgo

Según opina un especialista consultado por Periódico El Cazador, «lógicamente, deberían existir servicios generales de agua y cloacas previos a la puesta en marcha de los nuevos usos». Sin embargo, también anticipa cuál podría ser la solución rápida: “Solicitarán ante la Autoridad del Agua de la Provincia de Buenos Aires (ADA) un permiso de captación y vuelco, que seguramente obtendrán. Luego, harán un pozo con tanques para agua de consumo, agregarán clorificadores y montarán plantas de tratamiento cuyos efluentes terminarán, casi con seguridad, en el Arroyo Escobar”.

El especialista no oculta su pesimismo sobre el impacto ecológico en la región: «La acumulación de impactos generada por todos los nuevos emprendimientos hace insustentable evaluar estas propuestas de manera individual, ya que cada uno se analiza en forma unilateral y no se verifica el efecto de conjunto. En realidad todos estos emprendimientos, mas allá de otras cuestiones, deberían contar con los servicios de agua y cloacas de AYSA ya operables, instalados. Creo que no va a pasar mucho tiempo hasta que las napas, de las cuáles vivimos, comiencen a resentir el uso masivo de ellas y que debamos enfrentar esta consecuencia. Reitero, mas allá de cuestiones urbanísticas, paisajísticas, sociales, etc., el efecto sobre los acuíferos tendrá consecuencias. Creo que este es el primer problema que deberíamos afrontar y exigir. Que AYSA haga sus redes en nuestra zona ya».