Política y solidaridad

La exhibición de emblemas y consignas partidarias durante la distribución de 1.000 bolsones de alimentos en El Cazador opacó la acción solidaria del Estado.

El derecho a la alimentación está reconocido en la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 y consagrado en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966 del que nuestro país es Estado Parte desde 1986, tratándose de un derecho incluyente que no se refiere simplemente al derecho a una ración mínima de calorías, proteínas y otros elementos nutritivos concretos sino a todos los elementos nutritivos que una persona necesita para vivir una vida sana y activa, y a los medios para tener acceso a ellos.

Lo que debe tenerse en claro es que el “derecho a la alimentación” NO es lo mismo que un “derecho a ser alimentado”. Suponer que el derecho a la alimentación significa que el gobierno debe entregar alimentos en forma gratuita a quienes los necesiten ES UN ERROR por cuanto se espera que las personas satisfagan sus propias necesidades con su propio esfuerzo y utilizando sus propios recursos.

No obstante, cuando los habitantes no pueden alimentarse con sus propios medios como resultado, por ejemplo, de un conflicto armado o un desastre natural, el Estado debe suministrarles alimentación directamente tal como lo hizo, en fecha reciente, al distribuir en 5 escuelas de nuestro barrio (EES 22, EES 2220/Cube, EP 11/Cube, Escuela Primaria 7 y JI 902) más de 1.000 bolsones de alimentos a familias que, debido a la cuarentena obligatoria, habrían visto afectada su posibilidad de trabajar y, por ende, lograr los recursos económicos para su sustento.

En la acción cumplida en el marco de colaboracion al SAE (Sistema Alimentario Escolar dependiente de la provincia de Buenos Aires) se entregó a cada familia que se acercó a las escuelas una bolsa con alimentos para, supuestamente, satisfacer sus necesidades alimentarias básicas conjuntamente con cuadernillos con tareas pedagógicas, de acuerdo al nivel de cada alumno, para garantizar la continuidad académica.

Sin embargo, esta acción solidaria DEL ESTADO se vio opacada por la conducta de los militantes oficialistas que prestaron su colaboración y que, vistiendo pecheras con leyendas en favor del Intendente Sujarchuk, se exhibían orgullosos haciendo la clásica “V» partidaria al lado de un pupitre dañado (seguramente del establecimiento educativo dentro del cual se habían organizado) con una inscripción efectuada con un elemento cortante que decía “Ariel”; todo ello con el beneplácito del novel concejal y titular de la UGC del barrio, Marcos Tiburzi. La acción humanitaria NO fue producto de la solidaridad de una agrupación política determinada sino de un gobierno que, supuestamente, nos representa a todos los argentinos SIN DISTINCIÓN DE BANDERIAS POLITICAS, olvidando así las enseñanzas de su líder, el Gral. Juan Domingo Perón, que siempre repetía que “el peronismo no era un partido sino un movimiento político, que como tal no representaba intereses sectarios ni de partido, sino que solo quería representar aquellos nacionales”.

Esperemos que en el futuro, se comprenda que el presidente, el gobernador o el intendente no representa a tal o cual partido sino a todos los ciudadanos y que estas conductas solo sirven para profundizar la grieta que nuestro presidente pretende erradicar.

«ESTAMOS ORGULLOSOS»

En declaraciones al periódico El Cazador, Marcos Tiburzi defendió la exhibición de leyendas y gestos partidarios durante la distribución de los 1.000 bolsones de alimentos: 

«Con la pandemia no se podía distribuir este alimento y había que ver quién se hacía cargo de organizar el dispositivo de embolsado de la mercadería, de su entrega, y ahí entra la parte política, el voluntariado -si bien algunos son empleados municipales-, que pertenecen a grupos políticos. Creo que el que sale hoy a dar una mano para que otro tenga un pan en la casa (es loable), por eso se montaron los dispositivos políticos. Son espacio que se comprometieron a darle una mano al Estado en un momento de necesidad y arriesgando todos lo que ya sabemos. Nosotros nos solidarizamos desde siempre con este tipo de situaciones. Hoy es una pandemia, pero tenemos mucha experiencia con inundados, gente que se le quemó la casa, la asistencia a gente de alta vulnerabilidad. Tenemos una vocación social que en estos momentos queda en evidencia. Ojala se hubieran sumado otros partidos políticos. Había ahí directores que tienen antecedentes macristas y se pudo articular (muy bien) la acción. Así como nos pusimos nosotros a disposición, lo mismo hubieran podido hacer de otros partidos. Y se hubiera articulado perfectamente con gente de la oposición si es por el bienestar de la gente. Si no hubiese sido por estos espacios políticos la comida no llegaba porque por más que el Estado Nacional o la Provincia o el sistema alimentario escolar pongan a disposición la comida, si no hay nadie que la reparta… Nosotros nos pusimos la pechera orgullosos del espacio al que pertenecemos como lo puede hacer cualquier otra entidad, un bombero voluntario, una cooperadora, una asociación civil o una casa de la cultura que están orgullosos del espacio al que pertenecen».