Para VESPA, el flamante Centro de Adopción de Mascotas «perpetúa el sufrimiento de los animales abandonados»

No todos están convencidos de que el Centro de Adopción de Mascotas «Dos Orejas», una organización sin fines de lucro presidida por Macarena Lemos, pareja del jefe comunal, sea realmente una buena idea. Inaugurado el mes pasado por el intendente Sujarchuk, este espacio, presentado como «el primer espacio de protección y concientización sobre el cuidado de animales de compañía», está ubicado en Independencia 2533, a pocos metros de la Granja Educativa Don Benito. Su objetivo es albergar a perros y gatos en situación de abandono, brindándoles un hogar temporal y atención sanitaria hasta que sean adoptados por familias responsables.

Sin embargo, la organización Vecinos por la Salud Pública Animal de Escobar (VESPA) ha formulado duras críticas al proyecto, acusando al municipio de utilizar «el dinero de todos los contribuyentes» para una iniciativa que, según ellos, «lejos de ser una solución al problema de la sobrepoblación animal, perpetúa el sufrimiento de los animales abandonados».

VESPA, que desde hace años reclama el cumplimiento de la ley 13.879 —la cual establece que el control poblacional debe realizarse mediante castraciones masivas, gratuitas, sistemáticas y accesibles—, sostiene que un refugio no resuelve el problema de raíz. «Este lugar no rescata animales ni recibe a los miles que viven en las calles. Solo exhiben a los que terminan en zoonosis, en caniles que no son más que cárceles para animales inocentes que no eligieron nacer en la calle, sino que están ahí porque el municipio se niega a aplicar políticas públicas efectivas», señalaron.

La entidad insiste en que la solución pasa por crear la infraestructura necesaria para implementar un programa que frene la reproducción descontrolada de perros y gatos. «A pesar de contar con los recursos, eligen gastarlos en soluciones cortoplacistas como este refugio, que castiga a los animales en lugar de ayudarlos». En este sentido, recalcan que los fondos destinados al centro de adopción deberían invertirse en castraciones masivas y accesibles, que son la clave para atacar el problema de raíz.

VESPA advierte que «si no se castra al menos al 20% de la población estimada de perros y gatos cada año, sin interrupciones y en todo el territorio, seguiremos enfrentando las mismas consecuencias: más animales sufriendo en las calles, mayor riesgo de enfermedades zoonóticas y el colapso de refugios y caniles».

«La solución está al alcance del municipio: infraestructura, recursos y capacidad para llevar adelante un plan efectivo de castración masiva. Sin embargo, insisten en medidas a corto plazo que solo agravan la situación. Pueden llamarlo ‘centro de adopción’, pero mientras no castren, será simplemente otra cárcel más para las víctimas de su inacción», concluyen desde la organización.