Policía Municipal: ¿Podrán enfrentar a delincuentes armados sin apoyo de la Bonaerense?
La inseguridad que azota a la provincia de Buenos Aires genera temor y alarma en toda su población. Lamentablemente, el partido de Escobar no escapa a esta angustiante realidad. Asaltos y hurtos ocurren a plena luz del día, por lo que la reciente noticia de la creación de una Policía Municipal que patrullará con armas no letales fue recibida con satisfacción por muchos vecinos. Sin embargo, no todos comparten el mismo optimismo.
Cuando el Concejo Deliberante aprobó su creación, surgieron voces disonantes. Dos concejales de la oposición recomendaron evitar la denominación de «policía» para este nuevo cuerpo municipal, argumentando que podría generar confusión en la ciudadanía. Para algunos, la única diferencia tangible entre esta nueva fuerza y la actual dependencia de Prevención Comunitaria radica en el uso de armas no letales por parte de la primera, mientras que la segunda, próxima a ser desmantelada, carece de dicho equipamiento.
Este contexto plantea una pregunta crucial: ¿será suficiente el armamento no letal para que los efectivos de la flamante Policía Municipal puedan enfrentar a un delincuente armado? ¿O, como sucede actualmente con los agentes de Prevención Comunitaria, estarán obligados a evitar confrontaciones directas y limitarse a solicitar la intervención de la Policía Bonaerense?
El uso de armas no letales, como pistolas de electrochoque, gases lacrimógenos o balas de goma, fue concebido como un recurso auxiliar, pensado para situaciones específicas, como reducir a un individuo armado con un cuchillo o neutralizar una amenaza sin necesidad de emplear fuerza letal. Sin embargo, estas herramientas tienen limitaciones claras: son efectivas a corta distancia y en contextos controlados, pero insuficientes frente a delincuentes que porten armas de fuego, lo que expone a los agentes a un riesgo significativo.
Un ex oficial de la Policía Federal consultado por este medio fue categórico al expresar su preocupación por el riesgo al que se expondría a los futuros integrantes de esta fuerza. «Darle a personal identificado como policía —porque al delincuente no le importa si son bonaerenses o municipales— únicamente armas no letales es exponerlo a grandes riesgos», afirmó.
Otro policía local expresó su escepticismo sobre la eficacia de este nuevo cuerpo en situaciones reales: «Todo muy bonito en teoría, pero quiero verlos en una situación de verdad. Con esas armas, obviamente no enfrentarán a la delincuencia. Imaginemos que persiguen a dos rateros que acaban de robar un almacén, y desenfundan una Byrna. Todo esto es maquillaje, pura acción psicológica. ¿A quién en su sano juicio se le ocurre que vas a detener a un ladrón con bolitas de pimienta? Si llevaran un arma real, podría ser aceptable. Pero así, NO».
Por su parte, otro funcionario policial señaló que esta nueva fuerza probablemente servirá para tareas de menor riesgo, como custodiar eventos masivos o exposiciones, o acompañar visitas oficiales. «El problema será si deben enfrentarse a delincuentes realmente armados», concluyó con evidente preocupación.
En los tiempos que corren, exponer a éstos muchachos sin armas de verdad es sentenciarlos a sufrir lesiones graves. Los delicuentes saben que ésta nueva fuerza no contarán con armas reales y no van a dudar en usar las suyas para delinquir y defenderse.
Y dotarlos de armas reales representaría un peligro para la sociedad.