Napas cada vez más bajas: «Debemos cuidar el agua»

Los Cejas pertenecen a una auténtica dinastía de poceros. José «el negro» Cejas, quien comenzó allá por el año 55 del siglo pasado con el oficio, transmitió sus vastos conocimientos y sobre todo sus experiencias, a sus tres hijos. «Me dedico a esto desde la cuna», afirma Mariano, uno de los tres hermanos. «El 90% de los pozos de El Cazador los hizo mi padre y para nosotros es un libro que tenemos para algunas consultas. Los tres vivimos en El Cazador, dos en el barrio Los Pájaros y uno sobre la calle Schweitzer».
Lo que hoy nos convoca a este encuentro con Cejas es un tema que inquieta y moviliza a cada vez más vecinos de todo el distrito de Escobar: la falta de agua. «Hubo una baja de napas importante en las últimas semanas, no solo en Escobar, sino también en otros distritos de la provincia. Es un problema general de la napa. Ha bajado muy rápido. El año pasado ya vimos una baja considerable, este fin de año bajó más y muy rápido. Y el verano recién comienza, esperamos una baja más acentuada», explica el joven profesional. El problema principal es la falta de lluvias: «hace más de dos años que no tenemos una época lluviosa y eso provoca que no se recuperen las napas». La situación que parece no alarmar aún a los funcionarios, demanda una toma de conciencia colectiva en el cuidado del agua a nivel domiciliario y más aun a nivel industrial, así como en los emprendimientos privados donde se hacen «depresiones de napas» para extraer tosca y crear lagunas, o realizar sistemas de riego para mantener grandes extensiones de pasto verde. «Todo suma a que la napa siga bajando y nunca se llega a recuperar, siempre estará un poco más baja», continúa Cejas. «En 2008 estuvimos haciendo varios trabajos en Loma Verde donde la napa la tuvimos a 15 o 16 metros, después vino un año muy lluvioso y la recuperamos a 10 metros, hoy en esa zona está a más de 20 metros. La alternativa está en buscar las napas de más abajo para tomar agua, es la única solución». Más adelante aclara que «las perforaciones, más allá de las profundidades que tengan, las rige el nivel de agua. Se puede tener una perforación de 60 metros pero el nivel del agua es de 20. ¿Qué quiere decir esto? Por más que esté sacando agua de la tercera napa, que está habitualmente entre los 30 y 60 metros, el agua sola sube hasta estos niveles. Entonces las bombas toman agua teniendo en cuenta ese nivel. O sea se sumergen unos 6, 7 u 8 metros por debajo de ese nivel. Como ese nivel es el afectado por  esta depresión de napas que estamos viendo, cuando se prende la bomba este nivel hace una depresión hasta que se equilibra con el agua que entra y entonces toma aire». ¿Cómo se procede para llegar a un nivel más bajo? «Se le agrega cañería  a la bomba, si es una sumergible se le agrega caño y  cable y se hace que la bomba tome agua desde más abajo.  Si es otro tipo de bomba, lo mismo, se agrega cañería y se baja el chupador de la bomba. En general no es necesario hacer un pozo nuevo, salvo que sea un pozo muy corto, muy básico y se haya quedado sin agua.  Sería el caso de una perforación que toma agua desde la primera napa, de la capa más superficial.  Pero en general se usa la misma bomba, el mismo pozo y se agrega cañería y cable. No es un costo excesivo».
Mucho se habla del acuífero Puelche, «la napa más recomendable».  ¿A qué profundidad se encuentra? «Varía de un lugar a otro. Por ejemplo  en el barrio Los Pájaros de El Cazador está a unos 33 metros de profundidad, más abajo no hay nada. Cerca de la Av. San Martín, la parte más alta de El Cazador, está a 60 metros. En el colegio  ubicado en Schweitzer, a 54 metros, cerca de la barranca a 48. Nunca los metros son exactos, por eso hay que hablar  de napas y no de metros. Muchos piden directamente un pozo de 60 metros para llegar al Puelche, pero insisto, eso varía de acuerdo al lugar». Cejas aborda un aspecto desconocido por muchos y de vital importancia para el presente y futuro de la zona: «Al hacer estos pozos al Puelche  es fundamental que el sellado de napas sea el correcto. Hay un método en la contruccion de estos pozos para que el acuífero continúe aislado de las napas mas superficiales y no se contamine. Básicamente consiste en dos pasos fundamentales: primero realizar una perforación hasta el techo del Puelche donde se encuentran las arcillas impermeables (estas separan las napas naturalmente), allí se clava y cementa el caño camisa. Y en el segundo paso, se vuelve a perforar por dentro del caño camisa hasta alcanzar el manto de arena del Puelche. De esta mamera las aguas mas superficiales que poseen agentes contaminantes no pueden mezclarse con las aguas del Puelche. Lamentablemente muchos perforistas realizan la perforacion en un solo paso sin hacer este sellado de napas, lo hacen  porque es mas rápido, porque bajan considerablemente los costos y algunos también porque no tienen el conocimiento, pero esto implica que el agua que extrae ese pozo va a estar contaminada, y no sólo eso, también va a ser un foco de contaminación para perforaciones adyacentes. Por eso tenemos la obligacion de cuidar este valioso recurso, en pocos lugares del mundo tienen un acuifero tan puro y accesible, en muchos lugares el agua tiene que recorrer muchos kilómetros antes de llegar a un vaso. Nosotros tenemos la suerte de tenerlo bajo nuestros pies, pero es un recurso finito y lo estamos malgastando. Si seguimos así, inevitablemente se terminará».