Loma Verde: «Buscamos mejorar la biodiversidad del arroyo Tatán y su entorno»
En los últimos tiempos, diversas ONG del partido de Escobar han comenzado a plantear y planificar la creación de biocorredores, aprovechando la riqueza en arroyos del distrito.
Los Vecinos Autoconvocados de Loma Verde, quienes impulsan la protección de su «bosquecito» (ubicado en la Colectora Oeste del Ramal Escobar, Ruta Nacional N° 9), donde aspiran a crear una «Reserva Natural Urbana de Gestión Vecinal», están abocados también al desarrollo del Proyecto Biocorredor Arroyo Tatán.
«Un biocorredor, o corredor biológico, es una franja de vegetación que conecta áreas naturales separadas. Esto permite que los animales se desplacen y que las plantas se dispersen, lo cual es clave para mantener la salud y la diversidad de las especies», explican los vecinos de Loma Verde. Para ilustrarlo, señalan el proyecto en curso vinculado al Arroyo Tatán: «Este proyecto, clasificado como Área de Alta Valoración Ambiental y asesorado por la Agencia Escobar del INTA, busca mejorar la biodiversidad del arroyo y su entorno. La primera etapa consiste en un relevamiento para identificar y catalogar la vegetación, diferenciando entre especies nativas y exóticas. Posteriormente, se realizará una plantación de especies autóctonas en las márgenes del arroyo, en armonía con el entorno natural».
Entre las funciones esenciales de los corredores biológicos, enumeran:
- Proporcionar servicios ambientales clave, como la recarga y purificación de las napas de agua, protección contra inundaciones y mejora de la calidad del aire.
- Conservar la flora y fauna de humedales y bosques nativos, preservando los ecosistemas locales.
- Fomentar la educación ambiental y el esparcimiento, creando espacios para paseos, actividades recreativas y conexión con la naturaleza.
- Contribuir a la restauración de áreas degradadas, ayudando a mantener el equilibrio y funcionalidad de los ecosistemas.
Los incansables y solidarios voluntarios de Loma Verde trabajan sin descanso para embellecer su comunidad y proteger un ecosistema que, como un jardín que florece con el cuidado adecuado, les devolverá el favor. «Cuidar y preservar estos corredores es un compromiso con la biodiversidad y con las generaciones futuras», afirman con convicción.
Las especies nativas que se pueden plantar alli al lado del arroyo son Tarumá, curupí, ceibo, palmera pindó, sarandí, ingá, sangre de drago, yerba de burgre y fuera de la orilla, coronillo, tala, sombra de toro, barba de chivo, canelón, timbó, chalchal, ñangapirí, anacahuita, saludos