La amenaza de lluvias motivó un operativo de limpieza 

Ante los anuncios de tormenta de este útimo fin de semana, la Municipalidad desplegó un importante operativo de limpieza en distintos barrios del distrito. Finalizado el temporal, el intendente Sujarchuk repitió una explicación que acostumbra dar: “El temporal pasó, ya cesó la alerta meteorológica. No obstante, dejamos una reflexión: toda la basura que fue quitada de las calles durante las horas previas a la tormenta y durante la misma, no debía estar allí. Esos residuos fuera de su lugar producen inundaciones ya que tapan sumideros y evitan que el agua fluya por zanjas, canales y cursos naturales. Ya vimos en anteriores ocasiones cómo incluso llegan hasta los arroyos”.

La observación del jefe comunal apunta a la falta de responsabilidad de ciertos vecinos que arrojan basura en la vía pública. Y es cierto: muchos basurales son el resultado de conductas desaprensivas que violan las normas mínimas de urbanidad. Pero también es cierto que la gestión municipal hace poco o nada para revertir este problema, que en Escobar alcanza una magnitud mayor que en distritos vecinos. Solo con observar las fotografías difundidas por el propio intendente se advierte que los microbasurales constituyen una mancha negra que prolifera en distintos puntos del distrito.

El jefe comunal se jactó de haber ordenado la limpieza apenas unas horas antes de la tormenta. Se trató de un operativo especial, de carácter extraordinario.

Por ello, surge la pregunta: ¿cuándo entenderá la gestión municipal que la limpieza debe ser cotidiana, sistemática y regular, tal como ocurre en los cascos urbanos del distrito? Así, ciudades como Belén de Escobar lucen más cuidadas no porque sus vecinos sean diferentes, sino porque una dotación de barrenderos se ocupa diariamente de mantener las calles. Esa presencia no solo asegura arterias limpias, sino que además produce un efecto contagio positivo: cuanto menos basura se acumula, menor es la tentación de seguir arrojándola.

El mensaje de Sujarchuk cerró con una recomendación: “Recordemos que, a través de Flora, el chatbot del Municipio (11 6813-1202), se pueden reportar casos y denunciar a quienes arrojan basura en lugares u horarios indebidos”. Pero la pregunta es inevitable: ¿esas denuncias terminan en sanciones rápidas y ejemplares o solo engrosan un registro que nadie revisa? Y, más aún, ¿logran cambiar la realidad o seguiremos condenados a contemplar las mismas escenas de suciedad e impunidad?