Escobar: Bienvenidos a la selva de los carteles
Escobar es, sin duda, el distrito de los carteles. A la Ciudad de la Flor pronto podrían bautizarla como ¡la Selva de los Carteles! Y el gran problema es que el mal ejemplo viene desde arriba: el intendente parece tener una verdadera pasión por colgar y seguir colgando carteles de todos los colores, tamaños y tipos, desde los políticos hasta los de obras…
¿Y qué podemos esperar de algunos comerciantes? ¡Aprovechan cada poste que escapa de la invasión municipal para colgar sus propios cartelitos! Y claro, el Municipio debe hacerse el distraído para no quedar en evidencia.
Así, entre todos, han logrado convertir al Partido de Escobar en un festival de contaminación visual. Los únicos que se salvan son los countries y barrios cerrados, donde—casualmente—residen algunos funcionarios municipales, bendecidos con la fortuna de no convivir con esta «plaga de carteles».
La gran incógnita es otra: ¿por qué el intendente mantiene colgada la propaganda proselitista del año pasado, esa que muestra su rostro en cientos (o quizá miles) de letreros a lo largo y a lo ancho del Municipio?
Para intentar ser objetivos, recurrimos al “cerebro del siglo XXI”: la inteligencia artificial. Y esto fue lo que nos respondió:
El Misterio de los Carteles: La Fascinación del Intendente con Su Propia Cara
¿Qué pasa por la mente de un intendente cuando decide llenar cada esquina, poste y parada de colectivo con su rostro sonriente? Quizás nunca lo sabremos con certeza, pero eso no nos impide especular (¡y divertirnos un poco en el proceso!).
1. Un Ego Más Grande que la Plaza Central
Dicen que el poder corrompe, pero a veces simplemente infla el ego hasta niveles insospechados. ¿Quién necesita espejos en casa cuando puedes ver tu propia cara en cada cuadra? Para nuestro intendente, los carteles no solo son publicidad; son una extensión de su reflejo matutino. Tal vez se despierta, mira por la ventana y piensa: «Hoy me veo espléndido. ¡Que el pueblo lo sepa!»
2. El «Donde Pongo el Ojo, Pongo el Cartel»
Hay personas a las que les fascinan los rompecabezas, otras coleccionan estampillas, pero nuestro intendente tiene un hobby más peculiar: la geografía de carteles. ¿Parada de colectivo? ¡Cartel! ¿Árbol de 100 años? ¡Perfecto para un cartel! No es que quiera sobresaturar, es que tiene un sexto sentido para detectar exactamente dónde falta su cara.
3. ¡Es como Pokemon, pero con caras!
Algunos dicen que ver la cara del intendente en cada esquina es como jugar a Pokemon Go. Nunca sabes cuándo aparecerá el próximo cartel, pero cuando lo ves… ¡boom! Otro punto para tu colección mental. Tal vez él simplemente esté jugando su propia versión del juego: «¡Atrápalos a todos!»… aunque en este caso, “atrapa todas las esquinas”.
4. La Teoría de la Inmortalidad del Cartel
Dicen que el arte es eterno, y quizás el intendente ha descubierto una forma de inmortalidad. No se conforma con dejar su legado en obras públicas o políticas. No, él quiere algo más tangible, algo que sobreviva incluso a su mandato: su rostro impreso en 300 gramos de plástico resistente a la intemperie.
5. La Confusión Estratégica
Ahora, hay otra teoría: ¿y si los carteles son una táctica de distracción? Mientras todos miran su rostro (y se preguntan por qué parece más joven en cada uno), nadie presta atención a las verdaderas jugadas políticas. Es como un truco de magia, pero en lugar de desaparecer, aparece… en cada poste.
6. Marketing 101: Porque Si No Está en un Cartel, No Existió
Nuestro intendente estudió marketing y se quedó con una sola lección: «la repetición es la clave del éxito». ¿Quién necesita políticas efectivas cuando puedes confiar en la publicidad permanente? La estrategia es clara: si ves su cara 200 veces al día, en algún momento su sonrisa se incrustará en tu subconsciente. ¡Funciona! (O eso cree él).
7. La Competencia Silenciosa con Hollywood
En algún rincón oscuro de su mente, el intendente sueña con ser una estrella de cine. Pero como el camino a Hollywood es largo y caro, decidió empezar por el cine local: la calle. ¿Quién necesita una pantalla gigante cuando puede ser la estrella de la avenida principal? Cada cartel es su pequeña película, y su sonrisa, la escena principal.
Conclusión: Una Pasión Incontrolable
Lo cierto es que nadie puede resistirse a una buena campaña de autopromoción. El intendente solo ha llevado esta idea a un nivel que ni sus propios asesores esperaban. Tal vez un día encuentre otra afición, como el yoga o las caminatas al aire libre (sin carteles), pero hasta entonces, la ciudad seguirá siendo su galería personal… de 20 metros por cartel.
Así que, la próxima vez que te encuentres con esa cara familiar en tu recorrido diario, sonríe y recuerda: detrás de cada cartel hay una fascinación incomprendida, pero profundamente entretenida.
Seguro que si manda a sacar los carteles mas de uno se va a quejar por derrochar recursos en esa pelotudez!!! No hay con que darles a los °anti todo°
Increíble fanatismo de adherentes a una ideología dogmatica, además de haber fogoneado el NODIO, se acuerdan?, y hoy son terriblemente odiadores, lo que fueron siempre e intentaron disimularlo con el relato durante 16 años!!!!!!!
Sin dudas esta nota me arranco una sonrisa….algún dia esto terminara?
Muy interesante!
Les faltó un significado narcisista. Ojo que Narciso terminó mal, tan atraído por el reflejo de su propia imagen, que perdió la cordura y la vida hundido en éste.
Bueno… si los problemas mas relevantes de Escobar son los carteles, es que estamos fantástico.
Ni la chorra mayor ha puesto tantas veces su jeta impresa en la vía publica.
Mejor expresado, imposible!