Escobar y la fragilidad de su infraestructura urbana

Las recientes e intensas lluvias han puesto de manifiesto la alarmante fragilidad de Escobar, evidenciando no solo la vulnerabilidad estructural del municipio, sino también la ineficiencia y el derroche de recursos que caracterizan muchas de las obras públicas realizadas en los últimos años. La escasa inversión en infraestructura, sumada a la mala calidad de las construcciones, pone en evidencia la precariedad con la que se gestionan los fondos destinados a mejorar la calidad de vida de los vecinos.

Un claro ejemplo de esta situación se observa en el barrio La Chechela, donde hace unos años se pavimentaron varias calles que, en un principio, parecían ofrecer una solución efectiva y duradera para la comunidad. Sin embargo, tras las últimas lluvias, la obra presentó fallas significativas: el pavimento se agrietó y, en algunos sectores, incluso se hundió, como ocurrió en las calles Belén y Sanguinetti.

Las dudas que surgen son muchas. ¿Cuál fue el costo real de esta obra para los contribuyentes? ¿Se conocía de antemano la fragilidad de los materiales utilizados? ¿Tiene sentido invertir en proyectos tan endebles, incapaces de resistir lluvias intensas? Estas preguntas no solo exigen respuestas, sino también una revisión profunda de las políticas de inversión pública y la gestión de los recursos, para evitar que el municipio siga destinando fondos a obras que terminarán siendo meros parches temporales en lugar de soluciones sostenibles.