¡El lugar está en orden!

Mientras la Municipalidad insiste en afirmar que en la cava de la calle Manny, situada a unas cuadras de la Ruta 25, solo se arrojan ramas y áridos procedentes de volquetes  y montículos de poda de varios barrios aledaños, el vecino Matías insiste en que el lugar se está transformando en un enorme basural. Y las pruebas son contundentes. La imagen que ilustra esta nota refleja lo que está sucediendo en el lugar, porque lo que las autoridades omiten es que los volquetes cuya carga se arroja allí no solo contienen cascote sino toda clase de deshechos que suelen tirar algunas personas que aprovechan la presencia de estos contenedores frente a una obra en construcción para deshacerse de residuos de toda naturaleza. En tanto los montículos de poda que suelen permanecer por semanas en la calle y que a veces finalizan transformándose en auténticos basurales, son trasladados por  camiones cuyo itinerario concluye precisamente en la cava de la calle Manny.

Matías, cada vez que pasa por el lugar, se agarra la cabeza: «Se ven las capas de basura semienterrada, bolsas de basura, y pasa el tiempo y están rellenando todo; con el tiempo la basura quedará abajo». También se pregunta «cuántos años pasarán hasta que se degrade todo eso» y con cierta frustración agrega: «Por más que hagamos notas, gritemos, denunciemos, hagamos lo que hagamos, siguen haciendo las cosas mal. Lamentablemente estamos en la Argentina». Y si bien asegura que «todos estamos luchando por esta causa» la realidad demuestra que son muy pocos quienes alzan la voz y que solo reciben a cambio, un gran silencio .

Antecedentes

El pasado 8 de octubre nuestro periódico ya dio la voz de alerta con relación a lo que está aconteciendo en el lugar. En esa oportunidad, Marcos Tiburzi, titular de la UGC 3 respondió que el subsecretario de Monitoreo e Inspección Gabriel Pérez, le garantizó  que en el predio «solamente se vuelcan ramas y áridos. Basura NO». Además destacó que «el único compactado que entra es el de Panizza que levanta ramas de los centros». Y volvió a recalcar que «basura ahí no hay», aunque reconoció que pueden verse bolsas que pertenecen a las «ramas» embolsadas por los vecinos. «Hay un inspector apostado controlando lo que ingresa y si no corresponde lo envía de vuelta».

También habló sobre el  asunto Víctor Berisso, presidente del CUDEC, quien señaló que «preocupados por esta situación, venimos realizando gestiones al respecto». Según Berisso «en agosto del año pasado recibimos en el barrio al Director de Medio Ambiente y entre varios temas abordamos el del mencionado depósito municipal. El funcionario nos confirmó que el mismo estaba destinado solamente a residuos de demolición, cascotes y ramas. Que las descargas eran controladas  y monitoreadas tanto por el municipio como por las autoridades provinciales a través de la OPDS de manera periódica. Igualmente vamos a gestionar  a través de la UGC 3 y la Agencia Municipal de Espacios Públicos, Hábitat, y Vivienda las inquietudes vertidas por este medio».