Discrepancias en diagnósticos pediátricos: de nada a bronquiolitis

 

Días atrás informábamos sobre algunas quejas surgidas en torno a la atención en el Polo Sanitario de Matheu. No es el único establecimiento municipal que ha provocado manifestaciones de disconformidad de algunos vecinos que, ante alguna dolencia o malestar, deben acudir a estos sitios. Hace pocos días, una madre relató un episodio negativo que vivió con su bebé de seis meses en la Unidad de Diagnóstico Precoz (UDP) de Ingeniero Maschwitz.

«Ayer llevé a mi bebé de seis meses a la guardia porque lo noté agitado», cuenta la joven madre. «Llegué y me atendieron rápidamente en la guardia de pediatría, donde un pediatra me atendió con poca disposición. Le comenté que mi bebé estaba agitado. Luego de revisarlo superficialmente, me dijo que no tenía nada y que le diera ibuprofeno cada ocho horas por tres días. Al responderle que no tenía fiebre, me dijo que igual se lo diera y me mandó a comprar un spray nasal. Cuando le pregunté si mi bebé estaba bien, me respondió que sí, que no tenía nada. Salí muy disconforme porque mi bebé no estaba bien. Por eso, decidí sacar un turno en el Grupo Médico en Garín. Tras llevarlo, lo revisaron y diagnosticaron enseguida bronquiolitis. Lo revisaron exhaustivamente y me indicaron usar un inhalador cada cuatro horas y seguir un control estricto para su bronquiolitis».

La diferencia en la atención entre ambos establecimientos fue notable. La madre se pregunta ahora qué sucedería con una mamá primeriza que, quizás, no advirtiera que su bebé estaba realmente enfermo: «¿Y si le hacía caso al primer médico?».

«Más control, por favor», pidió una mujer como corolario de este comentario.