Debate entre vecinos: ¿Servicios municipales solo para quienes pagan?

Días atrás, Periódico El Cazador informó sobre una reunión celebrada en el barrio El Cazador, donde se discutió la posibilidad de que el municipio comience a cobrar por el traslado de restos de poda cuando estos superen un metro cúbico de volumen. La noticia despertó un intenso debate entre los vecinos, con posturas encontradas sobre la equidad y el acceso a los servicios municipales.

Uno de los lectores, Fran, sostuvo que “para optimizar los recursos, solo deberían recolectar la poda de quienes tenemos las tasas al día”. Para ilustrar su punto, agregó: “En mi cuadra hay diez propietarios; solo cinco pagan las tasas, mientras que el resto debe millones de pesos”. Su indignación quedó en evidencia al preguntarse: “¿Por qué tengo que bancar planeros? Brinden los servicios al contribuyente cumplidor y al que no paga, que se joda o se mude. ¡Sanseacabó!”

La declaración de Fran, de tono categórico y polémico, no tardó en generar respuestas. Entre ellas, la del Dr. Marcelo Soto, un habitual colaborador de este medio, conocido por sus análisis y reflexiones sobre diversas problemáticas. En su réplica, Soto fue enfático al señalar que la raíz del problema no radica solo en los vecinos que no pagan, sino en la propia gestión municipal y sus políticas de recaudación. Además, advirtió sobre las implicancias de aplicar una medida excluyente como la que propone Fran.

A continuación, compartimos la carta completa del Dr. Soto:

Estimado, te cuento que la deuda de esos cinco propietarios que, a tu entender, suma millones, es pura y exclusiva consecuencia de la actitud NEGLIGENTE de la municipalidad por cuanto la Ley 13.406 le proporciona, mediante el PROCEDIMIENTO DE APREMIO (o juicio de apremio como usualmente se le conoce), la herramienta necesaria para el cobro del capital adeudado más los intereses que pudieren corresponder.
Y digo actitud NEGLIGENTE por cuanto las deudas por falta de pago de las gabelas municipales, como cualquier otra deuda, prescriben por el mero paso del tiempo haciendo que lo adeudado se transforme en lo que vulgarmente denominamos «paga Dios» pero que, en definitiva, no es Dios quien termina pagándolo sino los vecinos que nunca dejan de honrar sus deudas porque, ante la falta de fondos, nuestro alcalde ha demostrado que le resulta más cómodo crear una nueva tasa -que pagarán los mismos de siempre- que perseguir judicialmente el cobro de lo debido.
Por último, ¿no pensaste que con la acción que proponés vos estás siendo doblemente perjudicado porque si bien retirarán las ramas del frente de tu casa, las ramas sacadas por tu vecino seguirán ahí para beneplácito de roedores y otras alimañas, afeando la cuadra y generando un riesgo potencial ante el eventual accionar de algún fanático religioso tentado de transformar el montículo en una fogata de San Juan?