Con un «abrazo grande y peronista», Sujarchuk reafirma su apoyo a Cristina
Las idas y vueltas de los políticos son, para el ciudadano común, un misterio a veces impenetrable. La ambición de poder y dinero que suele impulsarlos es la única constante que el ciudadano de a pie alcanza a vislumbrar en un mundo de alianzas fluctuantes y discursos calculados.
El intendente Sujarchuk, decidido a abrirse camino hacia un puesto de mayor jerarquía, ha tomado recientemente la decisión de permanecer en el espectro ultracristinista y no dudó en aceptar un lugar en la lista presentada por Cristina Fernández de Kirchner para las elecciones internas del Partido Justicialista. “Me ofrecieron integrar la lista Primero la Patria», declaró, «y acepté con gusto porque para un peronista integrar el Consejo Nacional del partido no puede ser menos que un gran honor y una responsabilidad. También, como dice Cristina, no es momento de ser tibios».
Sujarchuk quiere poner a Escobar en el centro de la arena política. «Escobar está abierto para recibir a todos y lograr la reorganización del partido para construir un futuro mejor para el conjunto de los argentinos», asegura. Pero detrás de sus palabras subyace una exigencia concreta: «Una reunión larga y sincera a puertas cerradas, que le dé una oportunidad más a la unidad»; es decir, que la «unidad», se logre gracias a que la lista contraria, liderada por el gobernador Quintela, abandone la contienda. En esta interpretación particular de democracia, el espacio vacío en el ring debería ser ocupado por “mi lista».
Uno se pregunta cuánto tiempo habrá invertido el intendente en redactar su carta, pues cada palabra parece milimétricamente calibrada para resonar en la audiencia a la que apunta. El tono grandilocuente y los clichés políticos surgen una vez más como un eco cansino en un país donde el ciudadano promedio está hastiado de promesas altisonantes y vacías. Sujarchuk, al parecer, olvida que la ciudadanía solo pide respuestas y soluciones concretas a sus problemas de la vida diaria. Un presidente que enfrente la crisis económica, educativa y de salud; y un intendente que atienda los problemas cotidianos: tapar baches, prevenir inundaciones, asegurar agua corriente y cloacas, y limpiar los basurales, entre muchas otras tareas. Nada más y nada menos.
Tal vez, la verdadera aspiración del ciudadano hoy sea ver menos de estos discursos tan cuidadosamente construidos y más acciones que hagan la vida más habitable y justa.
Texto de la nota completa de Sujarchuk, Presidente del PJ Escobar
Querida compañera Cristina, estimado compañero Gobernador Ricardo Quintela.
En estos días estamos por definir autoridades partidarias. Quintela comenzó hace unos meses un camino para ejercer la presidencia del partido. Había otros actores políticos con aspiraciones que no las expresaban en público, pero como se dice… «si mi nombre es útil».
Cuando Cristina decide jugar cambia el tablero: marca la cancha, ordena y también muestra una vez más que es la dirigente peronista que más capacidad de organización política tiene.
La verdad no ofende: si vamos a votar, ganará por una mayoría aplastante, al punto que tiene grandes probabilidades de quedarse con mayoría y minoría.
Hasta acá las cosas. La lista de Quintela se armó con mucha ificultad. Axel quedó expuesto en público y Cristina también pudo ver que las diferencias que le marcaban muchos no eran solo con Máximo, sino que la alcanzan a ella también.
El problema es que nadie quiere la interna, pero a esta altura casi nadie hace algo para evitarla. Los medios se hacen un festín y existe hasta un morbo por ver cómo nos vamos autoflagelando, cómo se habla de plata para la campaña y quién pierde y gana con esto, cuando, claro está, perdemos todos.
El sábado a primera hora de la noche me ofrecieron integrar la lista Primero la Patria. Y acepté con gusto porque para un peronista integrar el Consejo Nacional del partido no puede ser menos que un gran honor y una responsabilidad. También, como dice Cristina, no es momento de ser tibios.
Prefiero correr el riesgo de no ser escuchado, al pecado de quedarme callado. Por eso mismo quisiera hacer mi aporte con humildad y desde un lugar militante: la interna y sus consecuencias nos aleja aún más de los problemas de nuestro pueblo.
El peronismo está vintage. No solo se torció, sino que principalmente está desconectado de la sociedad. Esta situación puede transformar una crisis en una oportunidad. La de generar una mesa real de debate, de la que estamos carentes hace rato.
Lo primero y principal es reconocer que si seguimos así con este proceso electoral la victoria de la lista Primero la Patria es indiscutible.
La segunda, que si hacemos un consejo del partido con tantos heridos, nos vamos a quedar con el partido, pero vamos a una fragmentación segura al 2025, donde muchos peronistas, con cargos relevantes institucionales y otros que lo tuvieron, abonarán ese camino. Algo parecido a lo que pasó en el 85, pero sin los liderazgos de aquel entonces.
Aliento la creación de un Consejo del partido en serio que discuta política, propuestas, que mire para el futuro más que al pasado, que cambie de métodos para que todos se sientan parte y principalmente que genere algo distinto que nos convierta nuevamente en una alternativa de poder.
Por él y por los que nunca dejamos nuestras convicciones en la puerta de ningún lugar, por comprensión histórica, por voluntad política y porque la Argentina necesita lo mejor de nuestras inteligencias, capacidades y vocación de trabajo, propongo que se junten ustedes y algunos más que no pueden faltar.
Una reunión larga y sincera a puertas cerradas, que le dé una oportunidad más a la unidad.
Desde ya Escobar está abierto para recibir a todos y lograr la reorganización del partido para construir un futuro mejor para el conjunto de los argentinos.
Con afecto y vocación de colaborar los saludo con un abrazo grande y peronista.
Resulta indignante que Ariel Sujarchuk, intendente de Escobar, declare su apoyo a Cristina Fernández de Kirchner a quien llama su «querida compañera». Para el pueblo, ese mismo pueblo que estudia, trabaja, produce y que, día a día, le pone silenciosamente el hombro al país, ella no es más que la «ladrona de la Nación Argentina»… la condenada por la justicia por corrupción y saqueo del Estado. Frente a esto, el «dime con quien andas y te diré quien eres» tantas veces repetido por mi abuela Emilia cobra una precisión quirúrgica, aunque pareciera ser que el Sr. Intendente no se ha percatado que cada palabra suya además de manifiestar un respaldo lo muestra alineado con el mismo sistema de corrupción que tanto daño ha ocasionado a nuestro país.