Cartas de lectores

Ingreso a la panadería de la entrada al Cazador y adelante mío se encontraba una señora de unos 45 años haciendo catarsis con la empleada. Al costado había un señor de unos 60 años que escuchaba callado. Mientras la señora hablaba, se daba vuelta y nos miraba buscando  nuestro apoyo. Durante esos días hubo una tormenta que provocó la caída de árboles al fondo de Kennedy y la interrupción de la energía eléctrica durante unos días. Ella protestó a raíz de tener que llevarse toda la comida a la casa de la madre que vive en la zona oeste. Yo la escuchaba y entendía su enojo, le recomendé juntar bidones con agua y tener botellas congeladas. Ella sugirió entonces cortar los árboles de la calle y también empezó a quejarse de las calles de tierra, decía que había que asfaltar El Cazador e instalar cañerías que provean agua corriente. A todos esto le respondí que yo no deseaba que asfalten el barrio, pero que sí mantengan las arterias principales (Kennedy y Harris). También le expresé que vivimos en un barrio parque y que no hubiésemos sufrido un corte de luz tan prolongado si el cableado eléctrico fuera subterráneo. Y que si tanto anhelaba el asfalto y propiciaba el corte de árboles, le convendría mudarse a un country. El señor que estaba callado hasta el momento, la miró y le dijo calmadamente: «Señora, usted está como una vecina que preguntó en un grupo de WhatsApp del barrio, «¿qué hacemos con los zorzales que no me dejan dormir?» Y agregó que si se mudaba a Cabildo y Juramento no sufriría más estos problemas.