Viven una realidad diferente

«Viven una realidad diferente. Tal vez el poder, los jets privados, sus suntuosas residencias, los privilegios, no le permita a la casta política visualizar objetivamente lo que sucede a su alrededor, con millones de compatriotas que la están pasando verdaderamente mal». Esta reflexión pertenece a una persona que se enteró de una cena organizada por  el intendente Sujarchuk, ayer a la noche, en el Club Lusitano.  Sus invitados: «900 ciudadanos y ciudadanas de Belén deEscobar y Loma Verde». El objetivo formal: «planificar y conversar sobre el potencial a futuro de la localidad». El auténtico objetivo: hacer campaña política. El menú: empanadas de entrada, asado (vacío, costillas, etc.) con ensalada, postre y vino. Su costo: desconocido. ¿Quién pagó la cuenta?: los contribuyentes.
Para el intendente Sujarchuk fue «una cena con clima familiar que disfrutamos junto a unos 900 comerciantes, empresarios, profesionales, docentes, vecinos y vecinas de Belén de Escobar y de Loma Verde» para analizar «el crecimiento que tuvieron dichas localidades durante los últimos años» y proyectar «nuevas acciones y políticas, con el objetivo de consolidar el desarrollo urbano y el perfil comercial».
Otras opiniones sobre la cena multitudinaria fueron igualmente severas: «Hoy, en medio de una crisis fenomenal, se gastan el dinero como si sobrara»; «Es insólito porque estas reuniones con vecinos tienen un fin político y todos pagamos la cena, aunque la mayoría de los asistentes jamás votaría al oficialismo»; «Sujarchuk promueve la donación de alimentos para su famosa campaña Hambre 0; señor: ¿sobró algo para los más necesitados?».