Una de cal y otra de arena

Todo estaba preparado para pasar una Navidad en familia. Tres días antes, un vecino de la calle Becquer del barrio El Cazador había mandado a la UGC la fotografía de un poste de luz a punto de caerse. «Esto no resistirá» aclaró en su mensaje «se caerá estos días porque la rama es pesadísima». La respuesta que obtuvo lo alarmó: «Lo derivaremos a Espacios Verdes», una repartición que, según el vecino, es  un «agujero negro del universo,  que trabaja sin amor  a la profesión ni vocación de servicio». Simultáneamente los vecinos notificaron también a Edenor, que concurrió al lugar para sacar fotos. Al día siguiente, en plena Navidad, sucedió lo esperado: la rama cayó llevándose por delante el poste y el cable de luz, provocando un corte de energía eléctrica e Internet en varios hogares. «La historia de siempre: las necesidades de los vecinos por un lado y la tortuga del Estado del otro» manifestó uno de los vecinos afectados. Había rabia, «pagamos impuestos, nunca nos atrasamos, nunca tiré un papelito a la calle, me puedo considerar un buen ciudadano, un buen vecino. Tener que sufrir estas circunstancias bajonea mucho» expresó otro. Finalmente apareció un patrullero, Defensa Civil y una camioneta de Edenor. El poste terminó cayendo y se ató provisoriamente el  cable de electricidad al árbol. Restablecieron la energía aunque varias familias quedaron sin servicio de Internet, porque la empresa prestataria no trabaja los fines de semana. «Esto se podía evitar, por eso avisamos a la UGC tres días antes. Esta gente en una empresa privada no duraría un mes. Tenemos dirigentes o funcionarios que se dedican únicamente a la política y a crecer políticamente, pero que son absolutamente incapaces en la gestión» concluyó uno de los vecinos.

Dos días después, el lunes 27, a solo dos cuadras de este hecho y también sobre la calle Becquer, se produjo un suceso de similares características, aunque con un desenlace diferente. Apenas una hora después de enviar un vecino un wtsp a la UGC con la fotografía de una enorme y pesada rama también a punto de caer sobre cables telefónicos y de electricidad, apareció en el lugar un camión municipal con cuatro operarios que cortaron velozmente la rama, evitando así  su caída  sobre el cablerío.