«Solo queremos trabajar»

Esta historia comienza con un cartel precario y hecho a mano instalado en la intersección de las calles Ceibo y Andrade del barrio El Cazador con la siguiente leyenda: «A 100 mts, lavadero de autos. Sab y Dom de 10 a 17 hs. $ 200». La fotografía del cartel se viralizó a los pocos minutos de colocado y grande fue el estupor entre algunos vecinos que reprocharon la actitud de quienes realizan actividades comerciales no permitidas en el barrio. «En este barrio no podés ejercer una actividad comercial, la ordenanza es muy clara» sostuvo una vecina. Otros fueron más tolerantes: «Son tiempos muy difíciles y tal vez sea alguien que no la está pasando bien».

Al día siguiente y tras una denuncia efectuada en la Municipalidad, se apersonaron en el lugar un patrullero policial, un vehículo municipal y una moto de la UGC cuyos funcionarios municipales y policiales dialogaron con una joven señora (Lucila de 25 años) que tímidamente pidió disculpas a la masiva concurrencia de autoridades porque desconocía haber procedido erróneamente. Al rato, su marido Jonathan (26), a través de una red social, explicó que «solo quería rebuscármela para poder darle de comer a mis hijos, ya que con mi señora ninguno de los dos cuenta con trabajo». El joven perdió su empleo en una fábrica ubicada en Garín y la señora ejercía la docencia como suplente, por lo tanto carecen de ingresos económicos.

La delicada situación de la familia se difundió velozmente en redes sociales y los gestos solidarios no demoraron en llegar. Y para evitar dificultades con el municipio, los vecinos les recomendaron efectuar el trabajo «a domicilio». La idea prosperó y desde hoy la joven pareja tiene con qué comprar el pan de cada día.

(Teléfono de Jonathan: 348-435-2968)