Por un Estado eficiente

Los talonarios de notificaciones y sanciones de la UGC 3 están más activos que nunca. En  una demostración inusual de poder salen a la calle los «inspectores» de esa dependencia municipal con el fin de notificar o sancionar a los vecinos que incumplen ciertas normas: unos por haber sacado un montículo de poda fuera de término. Otros por tener tronquitos en la vereda que supuestamente obstruyen la circulación del peatón. «Hay que cumplir las normas» dicen desde la UGC. «Somos un Estado presente».

Un Estado presente que se jacta de levantar el dedo acusador a una comunidad que, con esfuerzo y tesón,  construyó este barrio a lo largo de sus más de siete décadas de existencia. Los funcionarios olvidan o tal vez ignoran que el arbolado, las primeras luminarias públicas, el Destacamento, la capilla, el acceso a la telefonía fija, la conexión de gas natural, el mantenimiento de calles, la pavimentación de Harris y Santa Teresita, el Punto Verde  y muchas otras obras y realizaciones se materializaron gracias a la «Comunidad presente» ante un «Estado ausente».

Y mientras el Municipio sale a notificar en forma selectiva (suelen salir airosos aquellos vecinos muy cercanos al oficialismo y en particular contratados en los últimos años por su tendencia política), los vecinos solo aspiran a vivir en paz y reclaman que sus funcionarios y gobernantes, en lugar de distraerse recorriendo el barrio para repartir notificaciones y sanciones a diestra y siniestra, se encarguen de:

  • Arreglar calles y tapar baches
  • Reparar el alumbrado que funciona de día y de noche
  • Mantener la limpieza
  • Quitar carteles comerciales y propaganda municipal de espacios públicos
  • Mantener la limpieza del Punto Verde
  • Garantizar la seguridad

¡Funcionarios y gobernantes, a las cosas (útiles)!