Se olvidaron un celular, él se hizo el distraído… pero volvió
La escena transcurrió en una panadería de Belén de Escobar. Cerca del mostrador, una mujer aguardaba su turno para ser atendida. Unos pasos más atrás, un hombre esperaba en la fila cuando algo inusual llamó su atención: sobre el lateral del mostrador, a poca distancia de él, había un teléfono celular que, evidentemente, algún cliente distraído había olvidado.
Durante algunos segundos, el hombre observó la situación. Luego giró lentamente sobre sí mismo, miró hacia adelante y hacia atrás, como intentando asegurarse de que nadie lo estuviera observando. “Se hizo el boleado”, comentó alguien. Acto seguido, y con movimientos discretos, el hombre tomó el celular y salió del local como si nada hubiera pasado.
Lo que no tuvo en cuenta fue que, aunque ningún cliente ni empleado lo había visto directamente, una cámara de seguridad registró todo con absoluta nitidez. Las imágenes comenzaron a circular rápidamente por redes sociales y grupos vecinales. Es probable que incluso él mismo se haya visto en el video, porque al poco tiempo regresó al comercio y devolvió el aparato. Al entregarlo, apenas atinó a decir: “Mala mía”. Y se retiró, dando por cerrado el episodio… al menos para él.
Sin embargo, la verdadera polémica recién comenzaba. En los comentarios de los vecinos, la mayoría coincidió en calificar la acción como un robo: “Es un ladrón”, escribió uno. “Un chorro, aunque después lo haya devuelto”, agregó otro. También hubo quienes mostraron cierta comprensión: “Lo devolvió, y eso es lo que vale”, opinó una mujer. Pero otros no tardaron en replicar: “¿Lo hizo porque reconoció su error o porque vio que su imagen ya se había viralizado?”.
Finalmente, alguien resumió con acierto la sensación general en una frase popular: “El miedo no es zonzo”.
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