La escuela es lo último que se cierra

Triste  y angustiada escribo  sobre la realidad de la educación argentina.

La negativa a volver a las aulas en nuestro país me hace pensar que no tenemos funcionarios a la altura de las circunstancias.

Con un discurso alineado desde Nación, Provincia y Municipio  están llevando a nuestros niños y adolescentes a lo que será la peor de las catástrofes: tener cada vez  más ciudadanos sin instrucción y consecuentemente sin posibilidad de tener trabajos dignos, lo cual seguramente contribuirá a una creciente delincuencia juvenil.

Lo que queda claro es que las decisiones son por falta de capacidad o de un plan estratégico. Durante los meses de la pandemia no hubo capacidad para planificar nada que tenga relación de cómo resolver una vuelta a clases presenciales, no hubo obras de infraestructura que permitan a los docentes dar clases en lugares apropiados y con los elementos necesarios para planificación. Solamente hubo amenazas para no retomar la presencialidad  a los directores de escuelas. Por supuesto nadie lo dice pues perdería su puesto.

Por ello desde PADRES ORGANIZADOS DE TODO EL PAIS RECLAMAMOS LA VUELTA A CLASES PRESENCIALES CON LOS SIGUIENTES ARGUMENTOS:

  1. En virtud de toda la evidencia disponible en los países que resolvieron la reapertura de escuelas y clases presenciales, planteamos que los planes para el inicio del ciclo 2021 deben privilegiar de manera absoluta la presencialidad en todos los niveles (especialmente maternales, jardines y escuela primaria).
  2. Ese criterio no debe estar sujeto a ninguna variable que carezca de justificación epidemiológica: la vacuna (que por ahora no está disponible y sólo sería además para grupos de riesgo, ni los niños, ni la mayoría de los docentes lo son). Por otro lado, ha quedado demostrado que las escuelas NO son ámbitos de propagación del COVID (incluso funcionando con su capacidad a pleno, ver estudio reciente para Alemania). Entonces, de ninguna manera puede repetirse el esquema que se impuso este año cuando lo primero en cerrar y lo último en abrir fueron las escuelas (que además se abrieron bajo protocolos sumamente estrictos que no se replicaron en ninguna otra actividad). El planteo es LA ESCUELA ES LO ÚLTIMO QUE SE CIERRA. Por lo tanto, incluso en un escenario de rebrote o incremento de contagios, las autoridades deben comprometerse a mantener las escuelas abiertas (ejemplo de Francia).
  3. En lo que resta de cara al ciclo 2021, damos por sentado que se harán las inversiones correspondientes en infraestructura escolar y se acondicionarán todos los espacios para que niños, niñas y adolescentes vuelvan a las aulas. Consideramos inadmisible que no se abran las escuelas en febrero-marzo porque no se hicieron los arreglos necesarios en los establecimientos educativos.

Las solicitudes enviadas por carta el pasado 6 de octubre al Sr Intendente Ariel Sujarchuk, Concejo Deliberante de Escobar, Jefatura Distrital Region 11 y Jefatura de Escuelas de Escobar no han sido respondidas. Por lo tanto, el argumento expresado en diciembre de 2020 de que ya terminaba el año, constituye, sin duda, una muestra de la falta de intención de atender este tema tan preocupante.

Sin embargo, miramos azorados la apertura de bares, restaurantes, espacios públicos, clubes, y ahora la colonia de vacaciones.

Por otra parte, la Justicia sigue mirando hacia otro lado, declarándose incompetente ante los amparos presentados por padres del distrito de San Isidro.

Ante tanta falta de respuestas, solo pido  que  como bien juraron al asumir sus cargos, que Dios y la Patria se lo demanden.

Myriam Laudonio (El Cazador)