Frente de Todos y Cambiemos. ¿Es todo lo mismo?

Este interrogante planteado por un  lector de nuestro medio obedece a una pequeña investigación realizada con la información que nos provee el inigualable amigo llamado Google.

Hace unos meses decíamos en este espacio que una agrupación  política que responde al intendente Sujarchuk, distribuyó -en el marco del Sistema Alimentario Escolar dependiente de la provincia de Buenos Aires- en cinco escuelas del barrio El Cazador (EES 22, EES 2220/EP 11/, Escuela Primaria 7 y JI 902) más de 1.000 bolsones de alimentos a familias de escasos recursos económicos. Sin embargo, esta acción solidaria del Estado se vio opacada por la conducta de los militantes oficialistas que prestaron su colaboración y que, vistiendo pecheras con leyendas en favor del Intendente Sujarchuk, se exhibían orgullosos haciendo la clásica “V» partidaria al lado de un pupitre con una inscripción efectuada con un elemento cortante que decía “Ariel”; todo ello con el beneplácito del concejal y titular de la UGC del barrio, Marcos Tiburzi. La acción humanitaria no fue producto de la solidaridad de una agrupación política determinada sino de un gobierno que, supuestamente, nos representa a todos los argentinos sin distinción de banderías políticas.

La investigación comentada en la introducción tuvo como objetivo explorar la intrincada trayectoria política de una de las protagonistas de esta historia en que se mezcla la solidaridad y la politiquería. Se trata de la directora de la  Escuela Primaria 11, Claudia Carina Derganz, ya que durante su gestión se franquearon las puertas de su establecimiento a los militantes oficialistas, los cuales instalaron su centro de actividad solidaria a menos de tres metros de la puerta del espacio físico que corresponde a la dirección de la Escuela Primaria 11 (a la derecha del extintor de la fotografía). Y la conclusión resulta sorprendente: menos de un año antes de este verdadero acto político oficialista la citada  directora había sido candidata a consejera escolar titular en la lista línea interna 1 A de Juntos por el Cambio.

Un día, candidata de Juntos por el Cambio; al día siguiente,  anfitriona de militantes oficialistas en una escuela pública. Las preguntas que suscitan estas acciones son obvias: ¿Existen en Escobar verdaderas diferencias de valores entre los dos partidos mayoritarios? ¿O se trató de un hecho aislado, una «mera transgresión» de una dirigente del partido opositor?