Escobar se paralizó y el censo debe continuar

Ayer, durante el desarrollo del censo, fueron muchos los vecinos que reflexionaron como Marta, de Belén de Escobar: «Qué vergüenza que vuelvan a cerrar comercios, si yo hice el censo digital, ¿por qué el municipio salió a cerrar los comercios, si ya nos habiamos censado??». La jornada tuvo las características de un feriado como hace años no se veía; ni en los peores días de la pandemia hubo una suspensión de actividades comerciales e industriales de semejante magnitud. Una panadería que intentó abrir sus puertas fue literalmente rodeada por patrulleros y forzada a volver a cerrar. ¿Por qué motivo? ¿Acaso los vecinos que completaron el censo digital no podían dejar en su puerta o portón un papel con la anotación del código? ¿Acaso no habían informado que bastaba la presencia de una sola persona en el domicilio para ser censada en forma personal? Todos, absolutamente todos los comercios de Escobar permanecieron cerrados. Como si viviéramos en un paraíso económico, pese a que aún hay muchas familias que intentan reponerse de las enormes pérdidas sufridas durante la prolongada cuarentena a la que se sometió al país.

Para la Municipalidad todo fue un gran éxito: «La jornada transcurrió de manera exitosa en el partido de Escobar. Los 3.500 censistas que recorrieron el distrito pudieron realizar su trabajo exitosamente, al igual que los jefes de radio y de fracción». Aunque, por otro lado, la propia comuna pone en duda lo antedicho: «Sin embargo, si por algún motivo algún habitante del partido no fue relevado, existe una solución», y menciona la habilitación de la oficina de Atención al Vecino (atv@escobar.gob.ar o por teléfono al 147) para encaminar la gestión. «Por esa vía se deberá indicar la dirección y un número de contacto. También se podrá iniciar el trámite en la UGC de cada barrio, cuyo listado de encuentra aquí: www.escobar.gob.ar/ugc/». Aunque agrega que esta gestión estará habilitada sólo unos días. «Es importante que todos los vecinos y vecinas cumplan con este relevamiento. El Censo es fundamental para reconocernos y contar con indicadores fundamentales para las políticas públicas de los próximos años».

«Vivo en Lambaré y nunca pasaron por mi casa»; «Islas Orcadas, 4 deptos, tampoco pasaron»; «Las Retamas y la sala, tampoco pasaron!! Madrugué al dope»; «Calle Moreno, no pasaron por mi casa. Esperando desde las 8 al divino botón», «Soy de Matheu casi en el centro vivo, pasaron por la vereda de enfrente y yo sigo esperando», «La censista no pasó por muchas casas de mi barrio, ya somos 14 casas de barrio San Marcos sin ser censados», «No censaron en mi cuadra, soy de Savio», «Calle Mitre, barrio Phillips, no pasaron», fueron algunos de los mensajes transmitidos en las redes sociales. «Es la primera vez que hay censo digital y antes, cuando era todo con lápiz y papel, se pasaba por todas las casas. Nunca hubo tantas quejas por no haber pasado el censista».

Si la mitad de la población no hubiese hecho el censo digital, el resultado hubiera sido catastrófico, piensan algunos. «Todo el despliegue y el censo virtual, ¿y no pudieron terminar? Increíble tanta ineficiencia», deslizó un vecino de Belén de Escobar. También hubo improvisaciones: «Yo esperé y a última hora pasó un muchacho, que no fue elegido como censista, pero como no habían, él estaba ayudando a su hermana; y a pesar de que no entendía mucho, tuvo una muy buena onda y muy amable preguntó. Con frío y cansado pero colaboró». Varios censistas criticaron algunas carencias: «Los lápices de grafito que nos proveyeron fueron insuficientes y por ende tuvimos que partirlos al medio, lo mismo que las gomas de borrar. Toda la logística estuvo mal instrumentada», sostuvo Claudia, una de las 3.500 censistas que, según la Municipalidad, recorrieron el distrito.

En un país que necesita trabajar imperiosamente para superar la crisis económica, paradójicamente la Municipalidad supo cumplir con eficiencia y esmero una de las disposiciones emanadas de las autoridades nacionales en el marco del censo: nadie debió ni pudo trabajar.