Escobar, ¿aires de cambio?
Luego de las elecciones del año pasado, Ariel Sujarchuk vivió horas de desesperanza y cierta desesperación. Es que haber retrocedido 20 puntos con respecto a las elecciones de 2019 avizoraban un panorama gris para quien se considera un hombre exitoso, eficiente, admirado y querido. Por un lado, sabía que se le dificultaría aspirar a cargos más relevantes, como la gobernación, y por qué no, la mismísima presidencia de la nación con la que sueña en más de una ocasión. Una caída del 64 al 43% significó un cambio drástico en el apoyo que le venía brindando su electorado, el que, suponía, estaba cautivado por su personalidad. Además estaba convencido del reconocimiento hacia su gestión y tranquilo por el éxito de algunas de sus estrategias electoralistas: una sistemática un amplio despliegue propagandístico de su gestión y figura (que ya roza el culto a la personalidad). Su conocimiento en materia de marketing, que volcó en Escobar -su campo de prueba-, no dio los resultados esperados.
Por otro lado, parte de su desesperación se vinculaba con esa «maldita» ley promovida y aprobada por los legisladores de Vidal y Massa durante la gestión anterior, que impedía la re reelección de intendentes y concejales. ¿Cómo hacer entonces para atornillarse al cargo sin violar la ley? La respuesta no tardó en aparecer. Un artilugio legal le permitiría zanjar la prohibición: obtener un puesto en la Provincia o Nación (tal como lo habían logrado varios de sus compañeros) y solicitar una licencia como alcalde antes de que se cumplieran dos años desde la última elección, mecanismo que le dejaría abierta la puerta para volverse a candidatear. Y lo logró, con bastante lobby, al ser nombrado por el Presidente Fernández como titular del Ente Nacional de Control y Gestión de la Vía Navegable. Y para su mayor tranquilidad, en el ínterin el oficialismo y parte de la oposición, modificaron entre gallos y media noche la ley de Vidal y Massa para que todos y todas puedan seguir en sus cargos.
Sujarchuk piensa que las elecciones en dos años no serán –de acuerdo al actual panorama- muy difíciles de ganar. Con Juntos, su principal adversario, que insiste en proponer como candidatos a políticos vencidos en una innumerable cantidad de elecciones pasadas y que, hasta eventualmente, podría fracturarse ante la escasa inclinación de la pata radical de ese espacio, encabezada por los hermanos Castagnaro, de volver a compartir una lista con la familia Costa o un amigo de éstos. Sin embargo, en política siempre existen las sorpresas y si la oposición se mantiene unida, la economía sigue en picada y continúa descendiendo el apoyo a Sujarchuk, a éste no le quedaría otra alternativa que retornar a su casa, un panorama ‑para él- verdaderamente penoso, aunque muy saludable para Escobar y el sistema republicano porque es positivo que los partidos y los dirigentes se renueven. Es positiva la alternancia «con otras fuerzas y dentro de la misma fuerza (porque) le da fluidez, calidad, oxígeno y límites al poder» como dijo recientemente el diputado López Murphy. «La idea de la democracia representativa surgió para que existan chequeos y balances y que nadie tenga un poder no desafiable» agregó.
Escobar es un territorio dominado por una cultura política de antaño: «Oficialistas y opositores parecen compartir códigos comunes y se mimetizan unos con otros» sostiene el periodista Luciano Román en referencia a la Legislatura Provincial, concepto que bien se puede extender a la realidad escobarense y puntualmente a nuestro Concejo Deliberante. Tal vez por eso «la Legislatura tenga una “merecida y bien ganada” mala fama. No son todos iguales, por supuesto. Hay legisladores honrados y trabajadores, pero les cuesta marcar la diferencia… ¿Alguien se atreverá a romper el pacto de la corporación política?» se pregunta Román en La Nación.
Una hipótesis refrescante para el futuro de Escobar sería el surgimiento de una figura que levante la bandera de la honestidad, la transparencia, una buena administración y la humildad. Una conjunción de cualidades en un político o dirigente del que este distrito carece desde hace muchos años.
Todo lo que digan, pero la realidad es que hasta ahora nunca hubo una gestión que haya hecho tantas cosas en tan poco tiempo por Escobar. Todas las intendencias anteriores fueron nefastas y Escobar estaba paralizado y se veía como el mismo pueblo de los años 80. Nos guste o no, aunque votemos distinto a nivel Nacional, Sujarchuk deja la vara muy alta para el que venga atrás. Lo que se hizo hasta ahora y sobretodo antes de la pandemia, es muy dificil de comparar con otras gestiones. Ninguna persona medianamente de bien que haya vivido en Escobar lo que fueron gestiones anteriores, con todo el aparato Nacional del mismo signo y la economía mejor que la del 2016 en adelante, podría decir lo contrario. El resto son palabras de periodistas militantes. Vamos señores un poco de honestidad intelectual y no tanta militancia política. Los vecinos podemos ver lo que se hizo y siempre (esta bien que así sea) queremos más.
Estimado Federico: respecto de intendencias anteriores te cuento que en mi opinión -y aunque no sea santo de mi devoción- rescato la de don Luis Abelardo Patti como la mejor intendencia desde mi desembarco en Escobar y de la que resalto entre otras cosas la seguridad y las obras tal vez no tan rimbombantes como las del personaje de la nota de marras pero ejecutadas sin exigir al contribuyente más esfuerzo del que que podía realizar, ni gastar más de lo que había endeudando a futuro al municipio.
Por otro lado, conociendo al autor de la nota, te comento que la erras fiero al tildarlo de «periodista militante». Aunque te parezca mentira, el mismo no posee militancia alguna y no está «casado» con ningún partido político y así como no duda en criticar lo que ve mal sin importar el color político de quien lo haga, tampoco duda en resaltar y/o difundir lo que resulta beneficioso para los vecinos si importar tampoco la persona y/o el partido del cual provenga el beneficio, tal como ocurre en la nota en discusión en la que se critica tanto al oficialismo como a la oposición.
Saludos y buen fin de semana.
Lamentable.ente las personas con todas esas cualidades, estan en Gelvez, al fondo
Jamás votaría a alguien que fue elegido para gobernar y, por propia conveniencia, abandona el cargo para volver a postularse. Es decir, y para ser clara, no hago diferencias entre gobierno y oposición. Ninguno de los que abandonó el cargo para cumplir otra función que la designada por el pueblo, debería ser elegido. Es más, debería estar prohibido.
Una hipótesis refrescante para el futuro de Escobar sería el surgimiento de una figura que levante la bandera de la honestidad, la transparencia, una buena administración y la humildad.
Imposible. Para que esto suceda, Escobar deberia desaparecer del mapa y volver a resurgir. Todo esta demasiado contaminado. Mucho atorrante suelto. De adentro y de afuera. En el dia de Reyes, sepan que No existen.
Sujarchuk podría volverse para sus pagos, Vicente López, y dejar de hacer daño por acá. Y de paso podría llevarse a los impresentables concejales!!
Hay mucha gente extasiada con la gestion del Latin Lover. Las obras en su gran mayoria fueron pagadas por el gobierno.provicial, Vidal incluida, o por el Magnate Constantini, vaya uno a saber a cambio de qué.
Como para que Escobar empiece a caminar, habria que separar del distrito a Garin y Savio. Y dejaria en observacion a Matheu.