Cuidado con la vida de la gente

El gobierno de coalición que tiene la Argentina tuvo que distribuir entre los espacios políticos que lo integran, las administraciones de múltiples empresas públicas y organizaciones estatales. Así sabemos que la jefatura del ANSES cayó en manos kirchneristas,  AySA quedó para los masistas y el Ministerio de Turismo en manos albertistas. Son solo unos pocos ejemplos de los miles de cargos que había que ocupar a lo largo y a lo ancho del país.

En los municipios sucedió algo similar. En Escobar, los militantes de Macacha Güemes, los camporistas, Juntos por Escobar, entre otros, ayudaron a ganar la intendencia a Sujarchuk y fueron premiados. Hoy  actúan por su cuenta, como unidades independientes, siempre en nombre del jefe comunal.  Es la política.

Días atrás informamos sobre una insólita y grave situación producida alrededor de un puesto de inscripción para vacunación organizado en El Cazador, más precisamente en la zona de la vizcachera (Av. Kennedy, a metros de la bajada al Náutico), donde un hombre de 70 años se había registrado. Pasaron los meses y el vecino se sorprendió al notar  que numerosas personas de su generación eran citadas para vacunarse, y él seguía esperando. Hasta que un familiar investigó en Internet y descubrió que su nombre no se hallaba registrado. En un principio se desconocía el nombre de la organización responsable del puesto, pero mientras tanto se sospecha que pertenecería a La Cámpora, aunque hay quienes se la adjudican a Macacha Güemes.

Quién sabe. Sea como fuere pensamos que hay asuntos que no deberían ser encarados con tanta liviandad, improvisación y negligencia. Sobre todo, como en este caso, que se está jugando con la vida de las personas. Pensamos que el intendente Sujarchuk, a quien todos estos espacios idolatran, debería tomar cartas en el asunto.