Con pandemia y pobreza, la propaganda continúa
Myriam Laudonio no sale de su asombro. En realidad le causa preocupación, «por no llamarlo fastidio, enojo, indignación» al ver en forma cotidiana la publicidad del Partido de Escobar en los programas de televisión Bendita y el Noticiero Central del Canal Nueve. Tal vez lo más enfadoso sea ver al intendente Sujarchuk «haciendo publicidad de sus actos, como la inauguración del autocine en el espacio del mismo noticiero». La vecina escobarense se formula una serie de interrogantes: «¿Quién paga esta publicidad? ¿Para qué se hace? ¿Es indispensable en plena pandemia? ¿Cuál es el costo?» Para buscar respuestas, intentó comunicarse con el Concejo Deliberante «y me fue imposible». También se dirigió a Atención al Vecino, donde dejó un mensaje, «y no me llamaron». Y como la tercera es la vencida, se comunicó vía Facebook con la UGC 3, donde le pidieron el teléfono «y no me llamaron».
Myriam dice ser consciente de que «todos los políticos hacen campañas publicitarias en todas las épocas, con fondos cuyo origen nunca son muy aclarados, pero repito: en medio de una pandemia, con tantas necesidades elementales para los trabajadores de la salud, tantas necesidades de alimentos para gente carenciada asistida por infinitos comedores y con un índice de pobreza abrumador?»
Tal vez, con algo de suerte, obtenga aun una respuesta de alguno de los organismos públicos a los que recurrió.
Un auto cine que será un fracaso, 1000$ por auto y películas viejas y de dudosa imagen de reproducción, hoy en día y en nuestras casas tenemos mil y unas mejores formas de ver cine, aplausos al comentario de Myriam, y a nivel nacional, provincial y municipal los políticos de turno se promocionan con proyectos inservibles, saludos
El partenaire de Carozo es un obseno y un despilfarrador. La gente de bien ya se dio cuenta.
La propaganda política nunca cesa. Eso nos demuestra lo poco que les importa cumplir en tiempo presente con cuestiones de fondo que en verdad produzcan las mejoras esperadas y prometidas.
Siempre están con un pie, cuando no con los dos, pisando firme para concretar sus futuras ambiciones personales, en una escalada de sus carreras políticas, pero bien alejados del bien común.