¿Abandona Sujarchuk el espacio kirchnerista?

Este último fin de semana comenzó a circular la versión del supuesto alejamiento del intendente Sujarchuk del Frente de Todos. Según algunos trascendidos el motivo sería “no ver con buenos ojos lo ocurrido entre Alberto y Cristina Fernández” mientras que otros lo atribuían al hecho de no haber sido convocado por el gobierno nacional o provincial para asumir un cargo ministerial. El camino elegido, si es que abandona el FdT, sería conformar un partido vecinalista. Hasta el momento nadie desmintió la información posiblemente lanzada por el propio jefe comunal para evaluar la repercusión que tendrá en las esferas políticas y en la opinión pública. En los últimos días el jefe comunal pareció tomar cierta distancia del oficialismo: su ausencia en la reunión de intendentes organizada tras las elecciones por el gobernador Kicillof para acordar “medidas que brinden respuestas adecuadas a las demandas de los vecinos” y sus declaraciones previas a las elecciones cuando aseguró que no integra La Cámpora ni forma parte del kirchnerismo más duro, autocalificándose además de «moderado», fueron los indicios de un cambio de actitud.

El resultado obtenido por Sujarchuk en las PASO no fue precisamente notable. Si bien obtuvo un 41,14% de apoyo, con lo cual venció al principal partido de la oposición (la sumatoria de las dos internas de Juntos, cosecharon el 34,59%), sufrió una contundente caída de casi 20 puntos con respecto a las primarias de apenas dos años atrás. Aunque algunos de sus compañeros intendentes del conurbano obtuvieron peores resultados -el de Presidente Perón,   30,6 puntos porcentuales menos de diferencia entre ambas elecciones; el de General Rodríguez, 25,5 puntos menos; el de Moreno, 24 puntos menos o el de Marcos Paz, 23,5 puntos menos)-, Sujarchuk confiaba en repetir los guarismos de 2019.

Pese a la obra pública, al marketing político y a su cercanía con la gente, Sujarchuk sufrió el coletazo de la derrota electoral del FdT a nivel nacional y provincial, a lo que se suman varios aspectos vinculados con su gestión, manejados con cierta soberbia y autoritarismo, entre ellos la polémica construcción de una alcaidía en pleno Escobar y la rezonificación de la Ruta 26; los gastos desproporcionados en propaganda política y la falta de transparencia, o en otras palabras, la falta de información sobre pliegos y resultados de licitaciones, y compras que realiza el Estado, honorarios a personajes de la farándula, compras realizadas en el marco del Presupuesto Participativo, detalles de gastos de cajas chicas de las UGC. A esto se suma el crecimiento de la dotación de personal municipal; la politización en algunas UGC; las obras de reparación de calles que a los pocos meses vuelven a su estado original.

“Yo creo que cuando el barco se hunde, corren todos. Y es políticamente lógico que, habiendo salido primero (no digo ganado porque perder 12 puntos desde el ’17, última legislativa, no es ganar), el jefe comunal quiera desprenderse de la derrota de Tolosa Paz y Gollán” sostiene un importante referente de uno de los nuevos espacios políticos que obtuvo buenos resultados en las PASO. “Así, puede esgrimir e inventar un relato paralelo de su gestión separada de los escandalones de los gobiernos K. No sabemos qué puede preparar para intentar mantener el control de la intendencia en el 23, ya sea con alfiles o él mismo, haciendo alguna maniobra con jugarretas raras abusando de la Ley Orgánica de las Municipalidades” concluyó.

Por último, la confirmación  de la versión sobre el eventual abandono del FdT suscita varios interrogantes: ¿Se mantendrán leales sus fieles seguidores kirchneristas en el distrito? ¿Sumará votos moderados y antiperonistas luego de la reciente frase chegevarista expresada por él en la noche del fatídico domingo de elecciones: “Hasta la victoria siempre”? ¿Un gobernador Kicillof enojado y vengativo no decidirá recortar la ayuda que le extendió hasta ahora a Escobar? ¿Cómo pasaría a ser su relación con el partido gobernante? ¿Imitará en sentido inverso la actitud de Alberto Fernández y Sergio Massa, quienes de condenar por años duramente a Cristina Kirchner terminaron apoyándola en forma incondicional?