A golpes, a plena luz del día y cerca de una garita de seguridad, intentan forzar puerta de un auto

No se puede creer que a plena luz del día y a metros de una garita de seguridad y de la principal arteria de Belén de Escobar, la Av. San Martín, acontezcan hechos que uno supone suceden en lugares solitarios, distantes del tránsito vehicular y alejados de la ciudad.

Sin embargo, la experiencia que sufrió una vecina de Belén de Escobar que dejó estacionado su vehículo unos minutos en la calle General Paz, a 20 metros de San Martín, de la garita allí instalada y de una cámara de seguridad monitoreada, da noción de lo que vive día a día la población en general.

El testimonio de la mujer es elocuente: «Bajé 10 minutos para ir a la farmacia que está a la vuelta. Cuando vuelvo, me está esperando una señora y dos muchachos que me hacen señas y me preguntan si soy la dueña de la camioneta. ‘Te la estaban intentando abrir recién’, me dicen, y efectivamente, la puerta trasera estaba toda rota. Los vecinos me comentaron que salieron por el ruido de los golpes. Fueron dos sujetos en moto: uno se quedó en la esquina y el otro se acercó caminando al vehículo y, con golpes, trataba de abrir la puerta. Cuando comenzaron a salir los vecinos, huyeron en la moto.»

Al acercarse la vecina a la garita para pedir explicaciones, golpeó el vidrio de la estructura y le preguntó al agente si no había escuchado nada: «¿No te das cuenta de que salieron todos los vecinos con el ruido que provocaron?». Para la víctima, «el empleado de Prevención evidentemente estaba papando moscas».